En mi primer babysitting los niños me pidieron que la próxima vez que tuviera que cocinar les hiciera something spanish, así que ayer me puse a ello.
El menú para la cena era un poquito de ensalada, tortilla de patata, croquetas y txistorra.
Yo iba toda tranquila porque a todos los niños del mundo les gustan la tortilla y las croquetas, ¿no? Aunque la verdad las constantes preguntas de Erre sobre que pasaría si no le gustaba la cena deberían haberme servido de foreshadowing...
Sí, ahí lo tenéis: a mi niños no les gustan las croquetas, y el único que se comió la tortilla fue Be.
Y tengo que decir que estaba todo bueno y bien hecho. Vale que mi palabra no sirva de mucho, pero lo prometo.
Así que tengo una bandeja de croquetas de pollo congeladas para cuando sea. Aupairs de Cork, organicemos una cena.
Lo bueno (e inesperado tal y como había ido la tarde) fue la ausencia casi total de lloros.
Meterlos a la cama no fue fácil peeeero yo me lo pasé pipa, y se está convirtiendo en tradición que Be me lea un rato después de que yo le cuente a él un cuento.
Lo bueno es que todos nos vamos soltando un poco.
Ayer me hostmom tuvo que contenerse en el último instante para no soltarme que el vecino is a pain in the ass y esta mañana me ha costado siglos encontrar las pobres botas (igual te las pierdo, enano).
A ver si mañana me las llevo de excursión a algún sitio para compensar...
A ver si mañana me las llevo de excursión a algún sitio para compensar...
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