Friday, 25 January 2013

roll your eyes and breathe deep...

Vaya semanita... no  sé si las cosas malas eclipsan las buenas o al revés (náh, ¡en realidad lo tengo clarísimo!).
Creo que nunca tanto como esta semana había necesitado el café con compañía del miércoles por la mañana,y no pudo ser. Y tener cosas que contar, alegrías que compartir, y no poder hacerlo, no poder sonreirle a alguien y dar palmadas (dar palmadas sola en tu habitación) es un poquito frustrante.

Pasarte la semana esperando a que sucedan cosas es frustrante, pero la ilusión cuando ocurren ¡es tanta! ¡Sienta tan bien tener mariposas en el estómago por cada mínimo detalle!

Tener que decidir si te sientes como un niño o como una adolescente es extraño.

Tener miedo de hablar con casa causa mucha ansiedad, y la ansiedad causa más miedo, y, aunque te paraliza, te hace sentir extrañamente hiperactiva. Cuando te armas de valor y haces frente a la ansiedad, te sientes la reina del mundo, sobre todo si sale bien. Y respiras un poquito.
Aunque no puedes evitar pensar que ése trago lo vas a tener que pasar igual, que empujarlo hacia el futuro no es saltar sobre él, y te das cuenta de que ya se te han roto todas las uñas.

Llega el jueves y recibes mensajes de texto y por Facebook. Alguien te pide ayuda. Una, dos, y tres veces. Y tú no puedes hacer nada. Te corroes por dentro despacio hasta que una mano se alza y se presenta voluntaria para ofrecer esa ayuda que tu no puedes dar. Y aunque sigues frustrada, respiras otro poquito.

Preguntas y no recibes respuesta.

Y el viernes vuelve a ser tu día, así que se te corta la respiración del todo pero das muchas palmadas.  Saltitos. Pasas la mañana sola en casa, y "la mañana" dura hasta las 15.30.
Hablar de cosas con gente da gusto. Ser capaz de comunicarte con alguien sin que te suponga un esfuerzo. Que incluso los temas más comprometidos funcionen. Palmadas y saltitos, y una sonrisa enorme.

Y otra cosa habitual los viernes son las playdates, que dan mucho trabajo pero son maravillosas... hasta que entra a tu casa una niñata manipuladora a la que te tienes que pasar la tarde vigilando, pero sonriendo, porque es la amiga de Erre. Y tu sientes como se te va creando una úlcera en el estómago y te dices "respira" y vas sobreviviendo a la tarde pensando en todo lo bueno que ha pasado durante la semana.

Así es la vida.
Llegas al sábado arrastrando tu cuerpo, a base de esperanza, y piensas que la semana que viene es, y será siempre, la semana que viene.






2 comments:

  1. Necesito un café de sábado en el Nosh con urgencia. Y quiero que me cuentes todos los detalles de tu semana. Y compartir tortilla de patatas.
    Y Rekorderlig.

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  2. Deal :) I'll let you know cuando llego the very moment I know cuando llego!

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